Un parpadeo y me vuelvo otra,
Es increible acostumbrarme a tu ausencia,
casi no pesa..., casi no peso,
tu olor se me fue de la almohada, y yo que lo dejé escapar a tiempo.
Apenas me sacan ampollas estos zapatos, puedo usar fósforos y elijo las medias del mismo par.
No me golpeo las rodillas, ya no me lastimo viajando en colectivo,
no me asalta el llanto...ahora pide permiso,
y el aire es denso, pero me llega hasta el ombligo.
Ya no me cuesta tanto, será por eso que estoy tan triste? *
por Belén Amada
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