Me es raro reconocerte y sentirme serena,
un oasis, un abismo se abre y me acurruco en tu risa.
El tiempo se congela, un espasmo y entonces aparece "eso" tan nuestro, necesario y también escencial.
Conspiramos en un idioma propio, indescifrable por la razón del desencuentro.
Siento tu mano en mi palma y un empujoncito para seguir creciendo. *
por Belén Amada
Lindo, lindo. Gracias por publicar.
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