lunes, 29 de marzo de 2010

Viajar

Escucho el tren.
Escucho el tren y me subo.
Me subo y viajo.
Sonrío porque no se a dónde voy, pero voy.
Mis ideas no vienen conmigo, saqué un solo pasaje, por eso sonrío.

Profundidad onírica

Hoy amanecí de un sueño profundo. Un instante antes de despertar me sentí nadar en lo más hondo de una pileta. Me pescaron, no vi el anzuelo. Pero fue solo por deporte, y de nuevo estaba en las profundidades. Esta vez, fondos con espejos que descendían lentamente por la pared, como queriéndome mostrar mis más bajos deseos, esos que escondo entre los dedos de los pies, para guardarlos lo más lejos posible de la cabeza.

jueves, 25 de marzo de 2010

(en un abrir y cerrar de ojos)

abro los ojos y te observo, desde este rincón siempre te estoy espiando...
La película que me inventé tiene lógica y todo!

se observan, de reojo, disimulando para no descubrir el secreto, para seguir siempre con la misma duda de hace tantos (tantos) años...
la meta: no esclarecerla nunca! no sea cosa que se rompa el hechizo, que descubran que nada pasó nunca y se acabe el cuento, que se termine el disco y quede sonando solo la púa...

No me toques, no me mires que me rompo, soy solo una ilusión de la ilusión que te inventaste, nada mas lejano a esa chica que crees que soy. Soy carne pudriéndose y eso no encaja con un ideal, asi que dejame ahí, sobre la mesita de luz, mirame de reojo para no descubrirme, que me gusta que me veas así...
... y de la misma manera yo te invento, te miro (de reojo) para no perder el contorno y llenarte exactamente como yo quiero, como quiero que me quieras, como quiero que me veas, en el punto justo de cremosidad, exacto, perfecto, ideal, sin carnes pudriéndose, sin miserias asomando por debajo de la alfombra, justo como te imaginé cuando te miré, tantas veces, y no te vi...
...caen a cuenta gotas las gotas de los besos que no me diste, de los besos que, torpemente, no te supe dar, goteando contra tus labios los mios, que no te tocan mas que con la yema de los dedos que, por mas que se estiren, no te alcanzan y me sobra de ilusión el no tocarte mas allá de las ganas de dejarte justo ahí, en la esquina de tu oreja, para deslizarme por tu cuello imaginario, dibujando la curva de tu hombro hasta acostarme en tu pecho, descansar un rato y seguir llenandome de tu imagen que me invento...
... te miro (de reojo) por el rabillo del ojo izquierdo mientras te acaricio con mi lengua. Me sumerjo en tu olor cuando, por casualidad, paso cerca de tu cuello y en un solo suspiro te respiro completo, te acaricio con la punta de una pestaña y te devoro de un solo bocado para dejarte en un rincón y saborearte lentamente mas tarde...
...a veces me acerco tanto que creo que podría tocarte...
la sola posibilidad de pensar en tu roce me eriza piel...
entonces parpadeo...


por Rho Marcovsky

viernes, 19 de marzo de 2010

Transporte interhumano

Hoy pasé por la esquina de tu olvido, y ahí estábamos los dos. Con los cuerpos pegados, las bocas apenas separadas para mirarnos los ojos empapados, mientras las manos se alternaban entre roces sutiles y apretujones con toda la palma y los dedos. Nunca había dejado de llover.
Nos vi cuando me subí al bondi número cero, ese que recorre mi yo menos visible. Por lo general sale de la garganta y siempre, siempre gritan terminal! al llegar al estómago. La cabeza, claro, es el mejor sitio del recorrido para dar las vueltas necesarias para marearme y dejarme en el mismo lugar.
Hoy pasé por la esquina de tu olvido. Quise tocar el timbre pero estaba mudo. Sólo nos vi quedarnos, en esa esquina que recuerdo cada vez que hago fuerza para olvidarte.

miércoles, 17 de marzo de 2010

Infusión

Salgo a buscar té.
Cuando té encuentre, va a hacer frío. Todo hecho hebras estarás.
Tengo un saquito guardado en el fondo del placard.
Y en él te voy a envolver.
Voy a llevar té a la terraza.
Mi cuerpo en un abrazo de taza té rodeará.
Y la lluvia hará lo suyo, para que pueda tomarte sorbito a sorbito.

martes, 9 de marzo de 2010

Habla él

Empiezo por volverme agua en tus manos. Te vuelvo un erizo, deslizándome por tu cuerpo en mil escalofríos sin pausa. Comenzás a temblar mientras me vuelvo calor como de infierno que te agobia en la cabeza. La garganta te la vuelvo estrecha, estrechísima, y no te dejo sentir el fino hilo de aire que con desesperación empezás a buscar. Te revuelvo las tripas, confudiéndolo todo. Me instalo en tus pupilas como una lente que mira por vos; me apropio de tus percepciones hasta que tus manos y tu voz se te vuelven ajenas. Te llevo al extremo. Sentís que no hay aire en el mundo que puedas tragar para salvarte de mí. Te someto a la idea de finitud hasta que terminás por desearla de inmediato. No pasará mucho hasta que tus signos vitales se normalicen, pero no es mérito tuyo que yo haya pasado, no. Yo no soy la muerte, soy sólo una amenaza. La marca que te dejo, lo intenso de la experiencia vivida, es mi mayor victoria: me asegura una permanencia sin fin.

viernes, 5 de marzo de 2010

29-07-03

Susurro al tiempo y te siento cerquita acurrucándome en tu mirada.
El silencio de tus ojos que me cuida desde el último cerro.
Por primera vez no necesito llamarte, me desdoblo en el paisaje y cada partecita te alcanza.
Plena, palabra fea pero completa. Abro mis labios y susurro palomas con el pecho descubierto.
Siempre fui una, y todos, y vos.
No importa que ya no importe.
Soy en mí.

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por Belén Amada

miércoles, 3 de marzo de 2010

02-03-10

Aspiro tus hombros, mi fastidio, tus ganas. Me enredo en tu escape y tu abrazo constante.
Si me buscás te prometo disimular un rato hasta que a vos se te pase y yo me quede atada, ahí, un poco mas cerca de tu No.
Abrazame con tus ojos como quieras que yo te toco de puntas de pie con la yema de mis dedos estirados.
Impune en tu forma, como mi dueño, aparecés blando, dulce. Apretás hasta que duele y te vas así, sucio...por esa puerta que se me quedó mirando.
Esa puerta que espero que alguien cierre, tape, bloquee. Quizás alguno ya esperado, o ella...para que yo me enoje un ratito más.

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*

por Belén Amada

martes, 2 de marzo de 2010

Descosturera

Silencio.
Más audible que un grito.
Las verdades, los deseos más profundos rumian en tu cabeza.
Se escapan por las noches entre tus labios involuntarios.
Tus labios voluntariamente cerrados durante la vigilia.
Nunca fui buena costurera, prefiero cortar los hilos de tu boca.