jueves, 10 de junio de 2010

En el congo

anoche volvimos a vernos
nos dijimos y nos reímos
yo tenía la suavidad del vino
y ojeras en la cara
una dulce tiniebla en el ambiente
me invitó a invitarte a decirme

nos preguntamos cómo estábamos
-y no estamos nada mal-

cuando te vi me di cuenta que no te pensaba
que por meses caminamos en mundos paralelos
y me dio miedo perderte adentro mío
que te me vayas saliendo con el humo que exhalo
que te me salgas por los poros con la transpiración
cada vez que me enredo en sábanas que no son tuyas

anoche volvimos a vernos
vos estabas medio pachucho
yo te alcé en brazos
te toqué con mi risa
te abracé con los ojos
y sin embargo…

vos en el congo, tocando la conga
y yo en mi sillón
imaginándote una cuchara gigante
mientras me contás no se qué
y yo te escucho y como dulce de leche
y qué estarás pensando vos…

hasta que me lo decís
mientras hacés que no con la cabeza
y te mordés los labios
que linda que sos, que lindo que sos
nos decimos y sonreimos
silencio y seguimos

podría ver salir el sol y la luna mil veces
así, con tu voz saliendo de algún costado
tu cara verdadera frente a mí
tu risa que deja asomar los dientes
tus manos que se mueren de ternura y se vuelven puños apretados
frente a tu cara fruncida de desesperación y amor

anoche volvimos a vernos
y nos miramos cómo hacía mucho queríamos mirarnos

ayer me sentí acostarme con vos
hoy abrí los ojos y me di cuenta que algo había cambiado
amanecí del otro lado de la cama
te dejé el lugar de la mesita de luz
para que prendas el velador de una vez
y te animes a verme con todo el cuerpo

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