martes, 27 de julio de 2010

Cosas que no pasan


La última vez que nos vimos, abriste una cajita frente a mi cuerpo destartalado. Mis piernas se aflojaron. Casi me caigo. Una vez más, no me atajaste. Y seguí paradita, empapada por la lluvia que siempre nos envuelve. Dos anillos. Brillantes, desiguales en tamaño. Una vez más, te di mi mano. Mordiste el anillo con la precisión exacta con que alguna vez mordiste mis labios. El frío metal se deslizó junto al calor de tu boca por mi dedo. El mismo que te señaló invisible en cualquier terraza cuando me enamoraste sin saberlo. Me pediste que hiciera lo mismo con tu anillo. Pero no quise. Sabía que era la despedida. Gam ze iaavor. Eso decían.

Eso mismo te seguís diciendo cuando alguna noche te intranquilizan los pensamientos analfabetos que no saben leer anillos. O las ganas nuestras, que de grabado no entienden. O la parte tuya que sabe que lo que nos pasa, nunca sucede. Y las cosas que pasan en el tiempo, no son precisamente aquellas que no suceden. Estas últimas, no paran de crecer.
Esto no va a pasar. No somos de esas cosas que pasan.

Vamos a suceder.

viernes, 23 de julio de 2010

Giratorios

Me molesta
Me molesta y me incomoda
Que seas
Que para mi seas
Esa duda incómoda
Duda como de indeciso frente a una puerta giratoria
Qué voy ahora
Qué no me esperás
Que dale que va
Pero el sincro
El sincro es clave
Y yo ando desfasada
Siempre les tuve miedo
Miedo a quedar loopeada
Loopeada en la giratoriedad de la puerta
Ahora las atravieso sin pena y con gloria
Las atravieso hasta con los ojos cerrados
Ahora te tengo miedo
Ya me tengo miedo
Somos dos turcos que en la neblina se encontraron

lunes, 19 de julio de 2010

Aromas del bosque


Ya limpié hasta las baldosas. Cambié las sábanas en las que anduvimos todo el domingo. Dos veces pasé un trapo con lavandina y procenex. El aroma del bosque de la etiqueta era una promesa de que ibas a salirte de mis pasos por la casa. Un engaño más. Frustrada primero, indignada después, llamé a defensa al consumidor. Y me atendió ella. Después de una charla extensa, por fuera de los protocolos de call center, llegamos a la conclusión de que no fue un engaño. Tu mundo se parece bastante a un bosque: impenetrable, naturalmente sin senderos y con pocos claros de luz. Le pedí disculpas por el malentendido. Ahora te dejo, le dije a la operadora, me voy al chino a comprar un limpia pisos con aroma frutal. Andá tranquila, me dijo, la dulzura como de fruta que sentís en sus besos proviene de tu boca, no da la suya.
Andá, te digo, basta de manzanas rojas para vos.

martes, 13 de julio de 2010

Watching the river flow


"Es día de depuración” te dije cuando rechacé tu humo
Me había sentido sucia y débil toda la tarde
Desdoblada por dentro, mareada con el afuera
Con la percepción de estar en el video Like a Rolling Stone

Sentía la convicción de una organización ambientalista
Cuando días antes te disparé un san se acabó
Basta de contaminación para mí
Otras aguas más claras bajo mi puente

Pero el mío es colgante
Y cuando rechacé tu humo también lo hice porque sé que te gusta
Porque me mirás con algo de reproche y con mucho de deseo
Entonces supe que en él caminarías otra vez

Pero las tablas están hoy destartaladas
Vos pasás caminando despacito
Y yo me muevo toda lenta, tratando de bailar suave
Para que no caigas, para no romperme

Cuando llegaste a la mitad del recorrido, la persiana amaneció
Y la segunda mitad del camino fue onírica
Entre el frío y la transpiración anduvimos todo el sueño
En él veía a un tipo que no eras vos limpiando mis tablas

Al despertar, el puente ya había sido atravesado
Estabas de nuevo en tierra firme
Y sonreí por no habernos roto todavía
Pero en la quietud y lo espeso del domingo, mi puente todo movido quedó

viernes, 9 de julio de 2010

Tendedero



Agarrame con pinzas.
Te pido que me escuches.
Tengo tanto para decir, que solo me salen engaños de entre los labios.
Quiero besarte, pero ojo que estoy por morderte.
Te hago sangrar, te hincho el cuerpo, y eso también es mentira.
Sacame como a un trapito al sol.
Colgame por las patas y no me dejes hablar. Las tristezas se me van a caer de los bolsillos.
Al sol capaz que sonrío y me olvido que siguen ahí, en las baldosas del otoño.

viernes, 2 de julio de 2010

Distorsión del almanaque

Yo no se qué día es hoy.
Yo estoy mareada de perdida.
A mí no me importa no saber cuándo es hoy, cuándo es este escucharte hasta por los poros y abrazarte.
Yo sonrío porque es.
No mañana, no ayer.
Es ahora y es siempre.

Vos pensás que hoy es otro día, un día mejor.
Vos insistís en la idea de estar frente a la ventana por abrirse que te regala el fin de semana.
Vos no dejás de pensar que “que viernes que es hoy”.
Pero vos sabés que es jueves.

Hoy no es jueves para mí.
Hoy no es viernes para mí.
Hoy te pedí un beso.
Hoy me dijiste que no.

La humedad de tus labios es mi viernes, y tu abrazo es este jueves, que me anticipa el fin de semana con pronóstico reservado (para vos).